Los cinco mejores cultivos para iniciar un huerto para niños

Hacer un huerto infantil en casa tiene muchas ventajas. De forma general, cuando queremos comenzar un huerto para niños, es mejor empezar con verduras de ciclo corto, es decir, aquellas en las que el tiempo entre que sembramos y recogemos sea breve. Estos son algunos de los cultivos más fáciles con los que podemos empezar a sembrar en casa:

Lechugas

Es un cultivo muy recomendado para principiantes ya que crece con facilidad y es posible empezar a cosechar en poco tiempo (podemos ir recogiendo las hojas más grandes a medida que las vamos necesitando en lugar de esperar a cosechar la lechuga completa). Hay muchas variedades. Elegiremos nuestra lechuga en función, por supuesto, de nuestros gustos, pero también tenemos que tener en cuenta otros factores como el clima, ya que hay variedades que espigan por las altas temperaturas o la falta de agua, y otras, más adecuadas para climas cálidos, que son más resistentes al espigado. Se dice que una lechuga espiga cuando comienza a crecerle un tallo central hacia arriba, del que salen las flores. El problema del espigado es que la lechuga se vuelve amarga y no tiene buen sabor. Si esto nos ocurriera, aunque esa lechuga no sea muy sabrosa para el consumo, podemos dejar que siga creciendo para recoger nuestras propias semillas.

Si tenemos espacio para sembrar en casa varias lechugas, es mejor no plantarlas todas a la vez, sino ir haciendo una siembra escalonada, es decir, separadas varios días, para que no maduren todas a la vez.

Para cultivar una lechuga no es necesario mucho espacio. Aquí tenemos una lechuga y dos cebollas en una maceta de un pequeño balcón

Para cultivar una lechuga no es necesario mucho espacio. Aquí tenemos una lechuga y dos cebollas en una maceta de un pequeño balcón

Fresas

Su sabor gusta mucho a los niños, por lo que son una de las estrellas del huerto infantil. Para comenzar el huerto para niños, es mejor comprar una planta que empezar de cero desde la semilla, ya que tarda en germinar y en desarrollarse. Se puede adquirir un plantón de fresa que venga ya con las flores. La fresa silvestre es más pequeña y sabrosa, mientras que el fresón produce frutos de mayor tamaño.

Pueden colocarse en un huerto vertical, por ejemplo en la pared de un pequeño balcón, y no necesitan mucho espacio. Es recomendable un acolchado con paja (colocar paja sobre la tierra) u otro material, de forma que los frutos no entren en contacto directo con la tierra, ya que se pueden pudrir.

Las fresas se multiplican creando estolones, que son brotes laterales que pueden enraizar y dar origen a una nueva planta. Podemos plantar estos estolones en otra pequeña maceta sin cortarlos, y una vez que hayan enraizado, cortar la unión con la planta principal.

Rabanitos

Es un cultivo muy agradecido, ya que los rabanitos se forman muy rápido (algunas variedades tardan poco más de un mes entre la siembra y la recolección). Hay que tener en cuenta que tenemos que hacer siembra directa en la maceta definitiva (no debemos hacer semillero y luego transplantar) ya que se forman a partir de la raíz y podría dañarse en el transplante. Hay variedades de formas y tamaños diferentes. Debemos estar atentos a cuando se formen, y no dejarlos mucho tiempo sin cosechar, ya que pueden volverse duros o de mal sabor.

Zanahorias

Aunque pueden tardar un poco en germinar (unas dos semanas, hay que tener paciencia), y tarda más en formarse que los rábanos (unos 3 o 4 meses) es una hortaliza que gusta mucho a los niños por su sabor. Al igual que los rábanos, debe hacerse siembra directa en el recipiente definitivo. Si hacemos un huerto en macetas, éstas deben ser profundas para que las zanahorias puedan alcanzar un buen tamaño. ¿Sabías que no todas las zanahorias son de color naranja? Aunque la de color naranja es la más popular y conocida, existen variedades de otros colores, como púrpura o amarillo.

Aromáticas

Al usarse para cocinar, pueden no ser tan atractivas para los niños como por ejemplo una fresa, pero tienen la ventaja de que, si queremos resultados con rapidez para motivar a los niños, podemos comprar la planta en lugar de sembrar en casa, y comenzar a recolectar desde el primer día. Por ejemplo, hojas de hierbabuena para la sopa, o de albahaca para las pizzas.

Nuestra recomendación es comenzar el huerto para niños combinando una planta que compremos ya desarrollada, como fresa o alguna aromática, con plantas a partir de semillero, como lechuga, rabanito o zanahoria. De esta forma, en el periodo de tiempo que pasa entre que la semilla germina, la planta crece y se desarrolla, podemos ir recolectando las fresas o las hojas de las aromáticas, y así los niños pueden disfrutar de los resultados de su trabajo desde el principio. Si empezamos sólo con semillero, y la planta no germina o no crece, y no cosechamos absolutamente nada, se pueden desanimar.

A medida que vayamos cogiendo experiencia en el huerto casero podemos pasar a cultivos de plantas de ciclo más largo, sembrar nuestras propias aromática, etc. De forma que siempre haya algo que cosechar, y se mantenga así la motivación.

Author: Chiquihuerto

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