Transforma un calcetín viejo en un muñeco perfumado de lavanda

La lavanda es una planta aromática muy interesante para nuestro huerto casero. Aporta una nota de color, y atrae insectos polinizadores como las abejas, que son muy beneficiosas ya que favorecen la formación de los frutos y las semillas de las plantas de nuestro huerto.

Os proponemos hacer un muñeco perfumado de lavanda reciclando calcetines desparejados (¡todos sabemos que las lavadoras tragan calcetines!)

Necesitamos:

  • Calcetines. Como la idea es que el olor de la lavanda traspase el calcetín, elegiremos un calcetín que no sea muy grueso
  • Tijeras, aguja e hilo
  • Para decorar el muñeco, botones, lazos, o lo que tengamos en casa
  • Y lo más importante, ¡flores de lavanda!
Lavanda

Previamente, habremos recogido las flores de lavanda y las habremos dejado en un lugar fresco y bien ventilado para que se sequen.

Para hacer el muñeco, le damos la vuelta al calcetín (hacemos las costuras con el calcetín vuelto del revés, para que después, al ponerlo “del derecho”, no se noten las puntadas), pintamos una línea como en la imagen, y cortaremos por ahí para hacer la forma de las orejas.

Cortar para dar forma a las orejas

Posteriormente, si queremos que el muñeco tenga brazos, piernas y cola, los dibujamos y los recortamos en otro calcetín. Cosemos las dos partes de cada brazo o pierna, o de la cola, por la parte del revés del calcetín, y una vez cosido le damos la vuelta. Es importante no coser todavía el extremo que va unido al cuerpo del muñeco, ya que por ahí vamos a introducir el relleno.

calcetín marcado
Patas cosidas

Después, rellenamos las extremidades con las flores secas, que habremos desmenuzado. Los niños utilizaron un lápiz para que las flores llegaran bien hasta el fondo.

Rellenado con flores secas

Una vez rellenas, cosemos el extremo para que no se salgan las flores que hemos introducido. Hacemos cortes con las tijeras en los laterales del muñeco y cosemos en primer lugar los brazos y la cola. Después hacemos los detalles de la cara del muñeco. Nosotros le pusimos unos botones como ojos, y la nariz y la boca la cosimos con hilo negro. Hay muchas formas de hacerlo, ¡deja volar tu imaginación! La cara del muñeco se hace sobre la parte del calcetín correspondiente al talón, de esta forma luego al rellenarlo queda con relieve.

Cara del muñeco
Muñeco terminado

Por último, rellenamos el cuerpo del muñeco con más flores secas, cosemos la base del muñeco y las patas, y lo decoramos a nuestro gusto. Para que las orejas se queden un poco inclinadas, puede darse una puntada de la base de la oreja a la cabeza.¡Ya está terminado nuestro muñeco perfumado! Nuestra idea era colocarlo en el cajón de un armario para que le diera buen olor a la ropa, pero a los niños les gustó tanto que se ha convertido en un juguete más.

Author: Chiquihuerto

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