¿Sabías que existen esponjas de origen vegetal? ¡Os presentamos a la lufa!
La lufa o luffa, llamada también planta de esponjas o planta de estropajos, es una planta de la familia de las cucurbitáceas, familia a la que también pertenecen las calabazas, los calabacines, el melón o la sandía.
La lufa es una planta trepadora, con flores grandes y amarillas, que necesita luz y calor para el desarrollo del fruto, por eso deberemos transplantarla cuando haya pasado el riesgo de heladas.
El fruto de la lufa tiene forma de calabacín y posee en su interior un armazón fibroso a partir de la cual se pueden obtener esponjas naturales y manoplas, ideales para exfoliar y activar la circulación de la piel, así como estropajos biodegradables que podemos usar para lavar la vajilla. En algunos países, el fruto se consume cuando está inmaduro.
Si queremos conseguir nuestras propias esponjas naturales, debemos envolver el fruto una vez maduro en papel de periódico y dejarlo secar. Es importante no poner los frutos apilados, sino separados, para que circule bien el aire, se sequen bien y no se pudran. Una vez secos se desmenuza la cáscara, se le quitan las semillas, se meten en un baño con agua y un poco de lejía y ¡listas para utilizar! Nosotros lo hicimos siguiendo las indicaciones de este vídeo de La Huertina de Toni y nos quedaron muy bien.
¿Os gustaría fabricar vuestras propias esponjas naturales? Nuestras primeras semillas fueron un regalo de la tita, pero se pueden comprar semillas de luffa y posteriormente ir guardando semillas para los años siguientes.