Las aventuras de Ñepu

Soy Ñepu, un pez zorro volador, un pez de río. Tengo un mes. Iré a salvar a mis amigos, los peces del océano. Aquí estoy en el mar metido. ¡Cuánta contaminación! Iré a salvarlos.
Una tortuga bebé atrapada en una lata de refrescos. Pobre. Llamaré a mi amigo Pez Ángel Mayor, que es mi amigo de mi acuario.
Ayúdame a sacar a esta tortuga. Por fin la saqué.
Gracias Ñepu, gracias Pez Ángel Mayor, dijo la tortuga.
Vámos a seguir. ¡Una ballena, guau! No te comas eso ballena, es una cosa peligrosa.
Gracias por avisarme pequeño pez, dijo la ballena.
De nada. Tenemos que hacer algo, tanta contaminación no es buena. Ya sé, iremos a avisar a los humanos.
¿A los humanos, acaso sabes hablar idioma humano, Ñepu? Dijo Pez Ángel.
No tengo ni idea, pero hay que intentarlo.
Vale, he oído a nuestros dueños hablar lengua humana, así que más o menos lo tengo controlado. ¡Cuidado Ñepu, una lata de refrescos te va a capturar! Le avisó Pez Ángel.
Ay, gracias Pez Ángel. ¿Llamamos a Durami? ¡Él sabe mucho de humanos! Y lo llamamos. ¡Durami!
Hola. Dijo Durami. ¿Vamos a salvar el mundo oceánico? Si. ¡No lo he oído! Siiii. ¡Más fuerte! ¡SÍÍÍÍÍÍ! ¡Allá vamos, a nadar! Glup, glup, glup, glup.
Yo estoy cansado chicos.
Venga Ñepu, tú eres la esperanza del mar, el que creaste el equipo, no puedes rendirte ahora. ¿Qué va a ser del mar sin tí, Ñepu?
Vale, voy a salvar el mundo del mar. ¡Soy pequeño pero poderoso, quiero salvar a mis amigos del mar, soy el fantástico Ñepu!
Ese es mi Ñepu, dijeron mis amigos. Vamos allá chicos. ¡Sí, Ñepu! Glup, glup.
Que guarra la gente. Mirad eso, es una super isla llena de basura, hay que hacer algo. Llamemos a toda la pandilla. Pez Escondido, Mini Pez Ángel, Neones y Arlequines, venid a ayudarnos por favor.
¿Qué pasa? Dijo Neón. No hay tiempo de explicaciones Neón. Vale. Nadad lo más rápido que podáis. ¡Sí! Estamos a un kilómetro de llegar a la orilla.
Tengo miedo, dijo Neón. ¿Y si nos ahogamos?
No tengas miedo Neón. Hum, no estoy seguro, no quiero. Vale. Tú no saldrás afuera.
Cuando llegamos estaba toda la arena llena de latas, plástico, chicles, etc. Los niños no podían hacer sus castillos de arena. A un humano que se puso a nadar por el sucio océano le dijimos hola. ¡Aaaah, un pez que habla!. Y cuando llamamos a cinco personas, un niño nos oyó, le contamos todo y él se lo contó a sus papás, y sus papás a personas, hasta que todos lo supimos y la gente fue a crear papeleras y la gente limpió todo lo que pudo, los barcos recogían con sus redes la basura, los niños podían hacer sus castillos y la isla de basura desapareció.
Por fin los peces regresaron a casa. ¡Bien! Salvamos a nuestros amigos. Y por fin, dulce hogar, la pecera.
Gracias por escuchar la historia del mar, espero que os haya gustado amigos. Hasta pronto.

Esta historia es un recuerdo de Pez Ángel y Pez Escondido, que siempre recordaremos.

Author: Chiquihuerto

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