Seguro que has oído hablar de lo importante que son las abejas para la polinización, y que las larvas de las mariquitas son muy útiles para el control de los pulgones pero, ¿alguna vez has oído hablar de los sírfidos?
Los sírfidos son unos insectos beneficiosos para nuestro huerto por una doble función: por un lado, las hembras ponen sus huevos junto a colonias de pulgones, y las larvas cuando nacen comen enormes cantidades diarias de pulgones, por eso son un ejemplo de lucha biológica contra las plagas. Además, los adultos se alimentan de néctar y polen por lo que desempeñan un importante papel como polinizadores.
Quizás tengas sírfidos en tu huerto pero no los hayas reconocido debido a que se parecen mucho a las avispas o a las abejas. Es lo que se llama mimetismo batesiano (por su descubridor, el científico Henry Walter Bates): animales inofensivos que se parecen a otras especies peligrosas para confundir a sus depredadores.
En realidad, los sírfidos son de la familia de las moscas (dípteros, porque sólo tienen un par de alas, a diferencia de las avispas y abejas que son himenópteros y tienen dos pares de alas). Otra diferencia es que los sírfidos tienen las antenas más cortas y los ojos más grandes, sobre todo en los machos, donde los ojos se juntan en la parte dorsal de la cabeza. Se las llama también moscas de las flores o moscas cernidoras por su vuelo característico: tienen un gran control sobre el vuelo, y pueden quedarse suspendidos en el aire.
Para favorecer la visita de estos insectos beneficiosos es importante tener diversidad de cultivos, y plantar flores que los atraigan, ¡además tu huerto se verá más bonito!